por Javier Gómez, 24 octubre 05

Leo recientemente un interesante articulo en el cual se habla de la posibilidad de que el sector tecnológico, al menos en todo lo relativo a las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), esté acercándose poco a poco a una fase de estabilización y maduración.

Si nos paramos a pensarlo, puede que realmente sea así pues, por ejemplo en dicho articulo se mencionan, entre otras, varias situaciones que empiezan a ser corrientes hoy en día dentro del sector:

• Una paulatina desaceleración de la inversión realizada en TIC. La inversión actual mundial está entorno a un 6% en las principales áreas de hardware y en el software corporativo, cuando durante décadas el crecimiento medio ha sido del 11% según el profesor Bill Miller de Standford. Igualmente varios estudios, entre los que se encuentran el realizado por IDC, cifran el crecimiento del mercado de PCs en USA en un 8% para este año, cifra que en 1996 estaba en el 15%.

• Fusiones y absorciones entre las grandes compañías del sector como vía para el crecimiento. No tenemos más que recordar la compra de Siebel por parte de Oracle, o las recientes compras de eBay, Google, Microsoft, HP-Compaq, etc.

• Reestructuraciones en las principales compañías para hacer frente a la nueva situación del mercado. Recordemos entre otras, las reestructuraciones de HP, la reciente de Microsoft – también debida en parte a ciertas sentencias judiciales -, etc.

Estas y otras indicaciones pueden llevarnos a concluir que el mercado entrará por supuesto en una nueva fase, pero ésta puede ser de maduración – como todo parece concluir – o bien una “calma antes de la tempestad”.

En mi humilde opinión creo que se pasará a una nueva situación de mercado que más que de maduración será de transformación. Y esto lo creo por diversos motivos:

• Primero que existen grandes cuestiones “pendientes” como por ejemplo la actualización de sistemas que llevan funcionando 30 años apoyándose en tecnología de hace 30 años (léase la mayoría de los sistemas de backoffice bancarios de nuestro país por ejemplo), o como la equiparación del nivel de desarrollo tecnológico de muchos países que han empezado su singladura dentro del “primer mundo” (países centroeuropeos, China, algunos países de Latinoamérica, etc.).

• También creo que existe de manera latente una nueva mini-burbuja en cuestiones relativas a la movilidad (si, el término sigo considerando que no es muy adecuado, pero es lo más parecido que tenemos en castellano al menos), y solo tenemos que ver la proliferación de empresas de todos los tamaños alrededor de este subsector.

• Y por último, tenemos aporreando a nuestras puertas varias tecnologías (biotecnología, nanotecnología, etc.) que demandarán de servicios (unos nuevos y otros ya clásicos) en relación con las TIC, produciéndose lo que podríamos denominar “tech-fussion”.

Ahora bien, esta nueva situación no tendrá el frenesí que la supuesta (de esto hablaré en futuros artículos) burbuja tecnológica que vivimos desde finales de los 90 hasta el 2001-2002. Algo han o hemos aprendido de situaciones pasadas.

Es muy posible que esta nueva situación conduzca al sector y más concretamente a todas las cuestiones relativas a los proyectos informáticos a nuevas características que entre otras creo que podrían ser:

• Disminución relativa de los proyectos tanto en número como en tamaño. Y esto si que es consecuencia directa del fenómeno “burbuja”. Creo que los inversores y los promotores de proyectos, bien por cuestiones de imagen, o por miedos anteriores, se pensarán mejor qué proyectos realizar y cuánto invertir en ellos.

• Los proyectos que se lancen, en cualquier caso, serán más cortos (en tiempo de ejecución y en los demás aspectos que tienen que ver con el alcance de los mismos), y mucho más orientados a resultados. Ya no existirán los grandes proyectos de infraestructuras TIC que se vieron durante épocas pasadas.

• Las herramientas y plataformas de desarrollo sobre las que se basarán los proyectos tenderán a reducir su número y se consolidarán cada una en sus cuotas más o menos definitivas de mercado. Ya no existirán “grandes revoluciones” en el desarrollo informático (por mucho que las grandes empresas de plataformas de desarrollo nos quieran vender las mismas “burras con otras mantas”).

• Estabilización de las metodologías de desarrollo, efecto causado en parte por el punto anterior. Reducidas las opciones de desarrollo, y reducida también la tipología de los proyectos que se abordarán en un futuro a medio plazo, las metodologías también verán reducida su diversificación actual, tendiendo el panorama a quedar formado por unas cuantas metodologías que hayan demostrado su adecuación a los tipos de proyectos que deberán guiar.

Todo esto me lleva a pensar que “algo maravilloso está a punto de ocurrir”. ¿O quizá no?.